Dra Herrero
En los últimos meses, y como consecuencia del mayor número de horas que pasamos en casa a causa de la pandemia por el SARS-COV2, hemos podido constatar en nuestra práctica clínica diaria algunos síntomas recurrentes que refieren muchos de nuestros pacientes, sobre todo cuando están trabajando desde su casa. Por ello os ofrecemos unos consejos visuales al respecto:
- Ten en cuenta el tamaño de la pantalla de tu dispositivo: una tableta o un ordenador portátil no son siempre lo más adecuado para evitar la fatiga visual de un jornada laboral completa, especialmente si las condiciones de iluminación no son óptimas o si tienes presbicia (vista cansada). Esto es especialmente importante si trabajas con bases de datos, tablas, o incluso con más de una pantalla, situaciones de mayor exigencia visual.
- Haz pausas frecuentes durante tu horario de trabajo: cada veinte minutos de trabajo con pantallas, haz una pausa de 20-30 segundos mirando por la ventana, cerrando los ojos, parpadeando…Recuerda que descansar no significa dejar el ordenador para mirar el móvil. Nuestros ojos “descansan” en visión lejana y, al trabajar desde casa, usamos más la distancia cercana y media (no conduces, no caminas tanto por la calle, no usas transporte público…). En algunas personas, el esfuerzo mantenido muchas horas en el trabajo de cerca puede hacer que de forma transitoria, vean peor a larga distancia después. Trabaja cerca de una ventana, eso te facilitará las cosas.
- Aprovecha para hidratar más de lo habitual tus ojos con lágrimas artificiales si las necesitas. Al fijar la vista en una pantalla, parpadeamos menos de lo habitual, lo que disminuye o altera la humedad que necesita nuestra superficie ocular. Eso puede causar enrojecimiento ocular, escozor, lagrimeo, mala visión…. Trabajando en la oficina o tu despacho se te puede olvidar o que resulte más complicado aplicarlas con frecuencia pero, estando en casa, te será más fácil y cómodo hacerlo sistemáticamente. Tus ojos te lo agradecerán al final del día.
- Duerme suficiente número de horas y evita el uso continuado de pantallas hasta altas horas de la noche. La superficie de nuestros ojos tiene unas células que se regeneran de forma constante y esto es especialmente importante durante el sueño.
- Si, a pesar de estos consejos generales, sigues con molestias oculares o visuales, ha llegado el momento de hacer una revisión completa en tu oftalmólogo. Él o ella podrán hacer un diagnóstico más exacto de lo que te pasa y aconsejarte acerca del tratamiento más apropiado para tu caso.