Entrevistamos al Dr. Javier Mora de Oñate, Oftalmólogo de Clínica AVER
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
El síndrome del ojo seco es un grupo de afecciones que se caracterizan por molestias en los ojos, escozor y cansancio ocular. Este síndrome lo padece aproximadamente el 25% de la población adulta y está asociado a la disminución de la producción de la lágrima o a un exceso de evaporación de la misma. Algunas patologías como la diabetes y ciertos medicamentos, pueden acentuar esta patología ocular al reducir la producción de lágrima.
¿Se puede diagnosticar el ojo seco?
Sí. El oftalmólogo puede detectar esta patología usando el test de Shirmer para medir la producción de lágrima. Esta prueba consiste en una tira de papel especial que se coloca en los sacos conjuntivales del ojo y nos indica si la producción de lágrima es normal o insuficiente.
¿Cómo se trata el ojo seco?
La base del tratamiento para el síndrome de ojo seco consiste en usar sustitutivos de las lágrimas como son colirios, geles y pomadas. En casos moderados de ojo seco, se puede tratar utilizando oclusiones del punto lagrimal reversibles mediante tapones de colágeno o silicona. Cuando la afección es severa, se puede indicar colirio de suero autólogo o tratamiento antiinflamatorio. El oftalmólogo determinará cuál es el tratamiento mas indicado para cada caso, dependiendo de las causas que provoquen el síndrome del ojo seco.
¿Puede llegar a requerir tratamiento quirúrgico?
En los casos más graves se puede llegar a precisar tratamiento quirúrgico para asegurar la calidad de la visión. Esta cirugía se denomina tarsorrafía y consigue la oclusión del punto lagrimal, lo que permite paliar el síndrome del ojo seco y mejorar la calidad de vida de la persona afectada.
¿Y qué sucede en casos de lagrimeo excesivo del ojo?
El lagrimeo continuo del ojo, puede afectar a la calidad de vida del paciente y puede derivar en infecciones en las vías lagrimales con síntomas de irritación, legañas e incluso pérdida de la visión óptima.
¿Cuáles son las causas del lagrimeo excesivo?
El lagrimeo excesivo puede ser debido a múltiples causas como, el cierre del punto lagrimal, la obstrucción del conducto lagrimal o una malposición del párpado. Para determinar cuál de estas causas es el origen del molesto y excesivo lagrimeo, es importante una buena exploración oftalmológica y determinar el mejor tipo de tratamiento indicado para cada caso.
¿Puede llegar a requerir tratamiento quirúrgico?
Sí. Entre las posibles soluciones quirúrgicas para las obstrucciones lagrimales está la Dacriocistorrinostomia, que consiste en la creación de una comunicación entre los puntos lagrimales del párpado hasta la nariz. Hay varias técnicas quirúrgicas para la dacriocistorrinostomía, entre las que se encuentra la realizada con láser y que aporta una serie de ventajas al ser más rápida y menos invasiva, no dejar cicatriz y ser prácticamente indolora.
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