El verano es la estación del descanso y el calor, pero también es la época del año en que variamos nuestros hábitos… y, a veces, descuidamos ciertas normas imprescindibles para no tener sustos veraniegos en lo que al cuidado de nuestros ojos se refiere.
Aquí os ofrecemos algunos consejos básicos que os ayudarán a evitar problemas 🙂
1. Dado que en verano pasamos más tiempo al aire libre, en la playa y la montaña especialmente, estamos más expuestos a la radiación solar, que es absorbida fundamentalmente a nivel de la córnea y el cristalino. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades oculares como el pterigion o las cataratas, o incluso lesiones en la piel de los párpados relacionadas con la exposición solar.
Por lo tanto es fundamental que nos protejamos con unas GAFAS DE SOL adecuadas, homologadas y que cumplan la Normativa Europea de Seguridad Visual. Así mismo, es conveniente usar protección solar especial para párpados con factor de protección y cubrirse con gorras o sombreros de ala ancha. No debemos olvidar esta protección en los niños, especialmente susceptibles.
Os aconsejamos que adquiráis las gafas de sol en Ópticas donde os asesorará personal especializado y os asegurareis de que vuestras gafas os proporcionan la protección adecuada en cada caso. Llevar gafas de sol sin los filtros de protección adecuados puede ser peor que no llevarlas.
2. Proteged vuestros ojos durante el baño en piscinas , ríos , pantanos… con gafas de buceo o natación adecuadas, sobre todo si introducís la cabeza bajo el agua y queréis abrir los ojos. Las aguas no tratadas pueden contener gérmenes que aumentan el riesgo de sufrir infecciones oculares (conjuntivitis, queratitis…), y el cloro y los conservantes que se utilizan en las piscinas pueden alterar la superficie ocular, provocando conjuntivitis químicas por irritación o predisponer a las infecciones. Del mismo modo, el agua puede ser el vehículo de transmisión de algunas infecciones que pueden provenir de otros usuarios.
3. Aunque en verano solemos disfrutar de un periodo de vacaciones, en la actualidad mantenemos el uso de pantallas de ordenador, tabletas , teléfonos y dispositivos electrónicos también descansando y en nuestros momentos de ocio. Intenta evitar la exposición directa a una fuente de aire acondicionado mientras los usas, evita utilizarlos en ambientes muy secos o polucionados y acuérdate de hidratar la superficie ocular con lágrimas artificiales si presentas síntomas durante su uso como fatiga visual, enrojecimiento, lagrimeo, sequedad ocular o necesidad frecuente de cerrar los ojos. Consulta a tu oftalmólogo respecto a cuales pueden ser las más adecuadas para ti.
4. En el periodo estival, es muy frecuente que nos desplacemos y viajemos. Si viajas en coche, orienta la tobera de salida del aire acondicionado para que no se dirija directamente a tus ojos y, si conduces, asegúrate de que llevas tu corrección óptica, si la precisas, actualizada. Los descansos frecuentes, imprescindibles mientras conduces, son muy beneficiosos también para tus ojos.
En los viajes en avión, sobre todo cuando se trata de vuelos largos, la sequedad ambiental puede ser un problema, sobre todo en pacientes con ojo seco previo, portadores de lentes de contacto, etc. La baja humedad ambiental puede provocar molestias en algunos casos, lo que puede hacer necesario el uso de lágrimas artificiales mientras viajas en avión.
5. Si utilizas lentes de contacto, respeta el horario habitual de uso que te aconseje tu contactólogo. Evita el uso de las mismas mientras te bañas ya que el riesgo de infecciones aumenta, especialmente por algunos gérmenes poco frecuentes, pero especialmente peligrosos. En la playa y la piscina, sustitúyelas por gafas de sol y de buceo o natación graduadas. Sigue respetando al máximo la limpieza e higiene en su uso también en verano.
6. Si requieres algún tratamiento oftalmológico específico de forma habitual o esporádica, no olvides respetar el horario de aplicación del mismo, aunque cambies tus hábitos y costumbres en vacaciones. Tu salud visual depende del adecuado cumplimiento del tratamiento que precises.
Si sigues estas sencillas recomendaciones, podrás disminuir el riesgo de problemas oculares también en verano. ¡felices vacaciones!
Fotos | Daniele Zedda | Tnarik | Scinern