El estrabismo consiste en la pérdida del alineamiento de un ojo con respecto al otro, lo que hace que la persona que lo tenga no pueda fijar la mirada de ambos ojos en el mismo punto del espacio.
Se produce por una descoordinación de los músculos que mueven los ojos, y puede aparecer tanto desde el nacimiento como a lo largo de toda a vida.
Las causas de esta descoordinación son múltiples. Una muy frecuente es la herencia familiar, pero hay otros muchos factores que favorecen su aparición: como golpes fuertes, infecciones, tumores etc..
Las alteraciones producidas por el estrabismo se pueden dividir en dos grandes grupos: alteraciones a nivel de la visión y alteraciones estéticas.
En cuanto a las alteraciones a nivel de la visión, una de las consecuencias más importantes es el ojo vago o ambliopía, que se produce cuando el estrabismo aparece antes de los 8-10 años. Consiste en que en el ojo que no fija o “desviado” no se desarrollan de manera adecuada las estructuras responsables de la visión. Si este defecto no se corrige a tiempo, la pérdida de visión en ese ojo será permanente e irreversible.
Otros síntomas que pueden aparecer son:
- La visión doble.
- La visión sólo por un ojo: cuando el cerebro “apaga el ojo que no está fijando”, lo que hace imposible la visión en 3D.
- Pérdida de alineamiento normal de los ojos.
- Posiciones de la cabeza anormales, como consecuencia de forzar la postura para poder ver mejor.