Hace unos meses se realizó en España la primera intervención de este implante retiniano que supone un salto increíble y la posibilidad de pasar de la penumbra absoluta a la percepción de movimientos y siluetas definidas.
En todo el mundo sólo se han realizado 90 operaciones de este tipo y una de ellas ha sido realizada en España. La paciente elegida fue una mujer de 42 años, ciega desde los 13 años a causa de una retinosis pigmentaria.
El Argus II, es un chip que se inserta en la retina central del paciente (mácula). El implante va unido a una cámara de alta definición externa que va insertada en unas gafas que debe de llevar el paciente. La cámara envía la señal a un procesador externo, que a su vez trasmite la señal al chip insertado en la retina del paciente y que convierte las señales en pequeños pulsos de electricidad, que estimulan la retina y a través del nervio óptico crean patrones de luz en el cerebro, para que el paciente pueda percibir movimientos y siluetas.
De momento sólo se utilizará en pacientes afectados por retinosis pigmentaria, que es la causa más habitual de degeneración hereditaria de la retina y que puede llevar a la ceguera total a una persona. Con este chip, los afectados (unos 5.000 en toda España) podrán pasar de no ver nada a moverse de manera autónoma y habituarse a espacios familiares, ya que aunque no recuperarán una visión nítida, sí que podrán detectar objetos, formas y luces.