En pacientes adultos que presentan lagrimeo excesivo (también llamado epifora) tenemos que descartar, entre otras patologías, una obstrucción del conducto nasolagrimal.
Para ello, realizaremos un lavado de vías lagrimales (siringación), usando una cánula para valorar la permeabilidad del conducto lagrimal hasta la nariz.
Si se confirma la obstrucción, la solución es quirúrgica existiendo dos técnicas fundamentalmente, la dacriocistorrinostomía (DCR) Láser transcanalicular y la DCR externa o convencional.
Las principales ventajas de la DCR Láser frente a la cirugía convencional son el menor tiempo quirúrgico, la ausencia de cicatriz cutánea, un menor sangrado intraoperatorio, y un postoperatorio menos doloroso.
Sin embargo es importante destacar, que la DCR Láser no consigue igualar la tasa de éxito que presenta la técnica denominada externa o convencional.
Por esta razón, es importante que el especialista haga una valoración inicial para determinar cual es la mejor técnica quirúrgica indicada para cada paciente, dependiendo de la edad, sexo y patologías sistémicas que padezcan.
Dr. Mora
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