La miopía progresiva (también llamada miopía magna) puede afectar a pacientes con miopía superior a las 6 dioptrías y se caracteriza por ser una miopía que no cesa de aumentar con los años. En nuestro país la miopía progresiva la padece un 2% de la población.
La miopía magna es un factor de riesgo a la hora de desarrollar enfermedades oculares como el glaucoma (daño del nervio óptico por aumento de presión intraocular), las lesiones en la zona central de la visión o mácula (maculopatía miópica), la atrofia de las capas internas del ojo (atrofia coriorretiniana), o el desprendimiento de retina. Todas estas enfermedades son potencialmente graves y pueden provocar una pérdida de visión irreversible
Además, debido a este envejecimiento prematuro del ojo, es más frecuente la catarata y esta puede aparecer antes. Afortunadamente la catarata es reversible ya que hoy en día podemos tratarla mediante una cirugía rápida, eficaz y segura.
Por este motivo, es muy importante que los pacientes con una miopía elevada acudan a revisiones oftalmológicas periódicas, que incluyan la exploración del cristalino, la presión intraocular y el fondo del ojo, sin esperar a que exista una pérdida de visión.
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